Cómo quitar los mocos a un bebé

Es probable que los padres de un bebé se pregunten cómo eliminar los mocos de su hijo de manera segura y eficaz. Aunque pueda ser tentador sacudir o succionar los mocos de un bebé, esto no es seguro ni recomendable. En su lugar, hay varias formas en que los padres pueden limpiar los mocos de un bebé de manera segura.

Cómo eliminar el moco de la nariz de un bebé

Los bebés lloran, y lloran, y lloran, y lloran. A veces, lloran porque tienen hambre o porque están cansados o porque necesitan un pañal limpio. Pero otras veces lloran porque tienen algo en la nariz – un moco, para ser exactos. El moco es una sustancia pegajosa que se produce normalmente para ayudar a que el bebé respire a través de su nariz. Pero a veces el moco se acumula y se convierte en un problema, especialmente para un bebé que está tratando de aprender a comer y respirar por la nariz al mismo tiempo.

Afortunadamente, hay un par de trucos que puedes usar para limpiar el moco de la nariz de tu bebé.

La primera opción es usar una jeringa sin aguja para succionar el moco de la nariz del bebé. Coloca la punta de la jeringa en una de las fosas nasales del bebé y sujétala firmemente. Luego, dale un suave tirón hacia atrás para crear un vacío y el moco debería comenzar a salir de la nariz del bebé. Si no lo hace, intenta cambiar de lado y probar con la otra fosa nasal.

Otra opción es usar una solución salina para limpiar el moco de la nariz del bebé. Puedes comprar estas soluciones en la mayoría de las farmacias o hacer una en casa mezclando una cucharadita de sal con una taza de agua. Luego, usa una pera de goma o una jeringa sin aguja para colocar un poco de la solución en la nariz del bebé. El agua salada ayudará a disolver el moco y permitirá que fluya fácilmente de la nariz del bebé.

A veces, el moco es tan espeso que es difícil succionarlo con una jeringa o lavarlo con una solución salina. En estos casos, puedes usar unas pinzas para la nariz para ayudar a romper el moco. Simplemente coloca la abertura de las pinzas en una de las fosas nasales del bebé y sujeta firmemente. Luego, dale un suave tirón hacia afuera para romper el moco y permitir que fluya.

Cualquiera que sea el método que elijas, asegúrate de limpiar bien las pinzas o la jeringa después de usarlas. Y si tu bebé tiene más de un año, puedes enseñarle a usar un pañuelo para limpiarse la nariz.

Cómo debe dormir un bebé con congestión nasal

Los bebés con congestión nasal pueden tener dificultades para dormir debido a la incomodidad que sienten. Es importante ayudar a tu bebé a mantenerse cómodo durante la noche para que pueda descansar. Aquí hay algunos consejos que puedes seguir para ayudar a tu bebé a dormir con congestión nasal:

• Mantén la habitación de tu bebé limpia y libre de polvo. Limpia el piso y lávate las manos con frecuencia para evitar que se propaguen gérmenes. También puedes usar un humidificador para mantener la humedad en el aire y ayudar a aliviar la congestión nasal de tu bebé.
• Eleva la cuna de tu bebé. Coloca unos libros debajo de las patas de la cuna para elevarla ligeramente. Esto ayudará a que la congestión se drene y evitará que tu bebé se ahogue.
• Aplica una loción para bebés en la nariz de tu hijo. Puedes comprar una loción para bebés en la farmacia. Aplica una pequeña cantidad de loción en el extremo de la nariz de tu bebé para lubricarla y aliviar la congestión.
• Haz que tu bebé beba mucha leche materna o fórmula. Los líquidos ayudarán a aliviar la congestión y mantendrán hidratadas las fosas nasales de tu bebé. Asegúrate de ofrecerle a tu bebé la cantidad suficiente de líquidos durante el día.
• Limpia las fosas nasales de tu bebé. Puedes usar una pera de goma para limpiar las fosas nasales de tu bebé. Aplica una pequeña cantidad de loción en el extremo de la nariz de tu bebé y suavemente inserta la pera de goma en una de sus fosas nasales. Deprime la pera para que el líquido se expanda en la fosa nasal y luego retira la pera. Repite el proceso con la otra fosa nasal.

Aunque parezca complicado, quitar los mocos a un bebé es algo que se puede hacer con un poco de práctica. La mejor forma de hacerlo es usar un pañuelo de papel para limpiar los mocos del bebé, y asegurarse de lavar bien las manos después.