Cómo saber si mi hijo tiene fimosis
La fimosis es un estrechamiento del prepucio (piel que cubre el glande) que hace que éste no pueda ser retractado (descubierto). Es decir, el prepucio está “pegado” al glande. La fimosis es un problema muy frecuente en los niños, y suele solucionarse espontáneamente antes de los 4 años de edad. La fimosis es un estrechamiento del prepucio (piel que cubre el glande) que hace que éste no pueda ser retractado (descubierto). Es decir, el prepucio está “pegado” al glande. La fimosis es un problema muy frecuente en los niños, y suele solucionarse espontáneamente antes de los 4 años de edad. No obstante, en algunos casos la fimosis puede persistir en la edad adulta y puede ser necesario el tratamiento médico para corregirla.
Cómo puedo saber si mi hijo necesita la circuncisión
La circuncisión es un procedimiento médico en el que se extirpa el prepucio (piel que cubre el extremo del pene), y se suele realizar poco después del nacimiento. Aunque la circuncisión es una opción, no es obligatoria. La decisión de circuncidar a un niño o no es una decisión personal y religiosa.
Si estás indeciso sobre si circuncidar a tu hijo o no, habla con tu médico. Él o ella puede ayudarte a comprender los pros y los contras de la circuncisión y cómo se realiza el procedimiento.
Cómo sé si mi hijo tiene fimosis
La fimosis es una condición en la que el prepucio (el “capullo” del pene) se encuentra demasiado ajustado al pene y no se puede retraer por completo. La fimosis es normal en los niños pequeños, y la mayoría de los niños con fimosis no experimentarán molestias o problemas. Sin embargo, en algunos casos, la fimosis puede ser dolorosa o dificultar el lavado adecuado del pene, lo que puede dar lugar a infecciones. Si su hijo tiene fimosis, es importante hablar con su pediatra para determinar si es necesario tratarla.
Cómo se ve la fimosis
La fimosis es una afección en la que el prepucio (el “capuchón” del pene) está muy pegado al glande (la punta del pene) y no se puede retractar. Es decir, no se puede separar el prepucio del glande para dejar al descubierto el meato urinario (orificio de salida de la orina) o el glande.
Cuándo hay que empezar a bajar el prepucio
El prepucio es una capa de piel suave que cubre el glande, o punta, del pene. El prepucio no se suele bajar hasta la pubertad o más tarde, y no es necesario hacerlo a menos que haya molestias o problemas para orinar.
Si el prepucio está muy ajustado, puede ser difícil o imposible bajarlo. Esto se llama fimosis. A veces, la fimosis puede ser dolorosa al orinar. La fimosis también puede aumentar el riesgo de infección del pene.
La fimosis puede tratarse con una crema esteroide, pero si esto no funciona, se podría necesitar una cirugía.
Si el prepucio se puede bajar, pero se vuelve a subir, esto se llama balanoplastia. La balanoplastia puede ser dolorosa y a veces requiere cirugía.
No se recomienda bajar el prepucio de un bebé porque podría ser doloroso y aumentar el riesgo de infección.
La fimosis es una condición en la que el prepucio de un niño no se puede retraer del todo para revelar la cabeza del pene. Si el prepucio no se puede retraer, esto puede interferir con la higiene y puede ser doloroso o difícil para el niño orinar. Si el niño tiene fimosis, es importante consultar a un médico para que pueda tratar la condición.