Cómo saber si tienes una fístula

Una fístula es una conexión abnormal entre una parte del cuerpo y otra, o entre dos órganos internos. Pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero son más comunes en el tracto digestivo, el sistema urinario y el sistema reproductor. Las fístulas pueden ser causadas por una variedad de condiciones, incluyendo enfermedades inflamatorias, quemaduras, heridas y cirugía. A menudo, las fístulas no causan síntomas y no requieren tratamiento. Sin embargo, en algunos casos, las fístulas pueden ser dolorosas y causar infecciones. Las fístulas también pueden ser una complicación de la enfermedad de Crohn o la colitis ulcerosa.

Cómo te das cuenta que tienes una fístula

Una fístula se produce cuando una bacteria infecta una herida, lo que causa que se forme un absceso. El absceso se rompe, dejando un conducto abierto entre la herida y la piel. El conducto se conoce como una fístula. Las fístulas suelen ser dolorosas y pueden verse como un bulto rojo e hinchado en la piel. Las fístulas también pueden causar fiebre, escalofríos y malestar general. Si no se tratan, las fístulas pueden infectar el torrente sanguíneo y causar sepsis, que es una condición potencialmente fatal.

Cómo duele una fístula

La fístula es una infección en el ano o el recto. Puede ser muy dolorosa y causar molestias al sentarse, defecar y tener relaciones sexuales. También puede producir secreción y drenaje constantes, lo que puede ser muy molesto. Si no se trata, la fístula puede infectar el tejido alrededor del ano y el recto, lo que puede ser muy doloroso. Si la fístula no se trata, también puede causar abscesos, fistulas anales y otras complicaciones.

Qué sucede si no se trata una fístula

Una fístula es una conexión anormal entre un vaso sanguíneo y un órgano. Las fístulas se pueden producir de varias maneras, pero la causa más común es la cirugía. Las fístulas también pueden ocurrir en personas con enfermedades inflamatorias intestinales, como la colitis ulcerosa o la enfermedad de Crohn.

Si no se trata, las fístulas pueden causar complicaciones graves, incluyendo infecciones, anemia y dolor abdominal. En algunos casos, las fístulas también pueden ser mortales.

Afortunadamente, las fístulas se pueden tratar de manera efectiva. El tratamiento puede involucrar cirugía, antibióticos o medicamentos antiinflamatorios. En algunos casos, las fístulas también pueden sanar por sí solas.

Una fístula es una comunicación anormal entre dos órganos o entre un órgano y la piel. Pueden ocurrir en cualquier parte del cuerpo, pero generalmente se encuentran en el intestino, el estómago, los riñones o la vejiga. Las fístulas también pueden ocurrir en el cerebro, el corazón o los pulmones.

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