Rodillas torcidas hacia adentro en adultos
La condición de tener las rodillas torcidas hacia adentro es una afección congénita que se presenta en aproximadamente uno de cada 1.000 recién nacidos. Aunque la mayoría de los casos se corrigen en la infancia, algunos adultos todavía tienen esta afección. La condición se conoce médicamente como genu valgum.
Cómo se corrige el genu valgo en adultos
El genu valgo es una afección en la que las rodillas se curván hacia dentro. Es más común en las mujeres que en los hombres y generalmente se presenta en la adolescencia o en la edad adulta. Si no se trata, el genu valgo puede causar dolor en las rodillas, limitación del movimiento y problemas de postura.
Existen varios tratamientos para el genu valgo, dependiendo de la severidad de la afección. El tratamiento puede incluir ejercicios para fortalecer los músculos de las piernas, fisioterapia, medicamentos para reducir el dolor y la inflamación, y, en algunos casos, cirugía.
Qué sucede si tengo las rodillas hacia adentro
Uno de los principales problemas que puede causar tener las rodillas hacia adentro es la pérdida de estabilidad. Esto puede ser especialmente problemático para las personas que participan en actividades físicas o deportivas, ya que puede aumentar el riesgo de lesiones en las rodillas, tobillos y pies. También se puede ver afectada la columna vertebral, ya que las rodillas hacia adentro pueden causar una mala postura. Otro problema relacionado con tener las rodillas hacia adentro es la limitación de la movilidad de las articulaciones. Si las rodillas no pueden moverse correctamente, puede ser difícil para la persona realizar actividades cotidianas, como caminar o subir escaleras.
Por qué se me tuercen las rodillas
Las rodillas son una de las articulaciones más grandes y complicadas del cuerpo. Están formadas por la unión de tres huesos: el fémur (la parte superior de la pierna), la tibia (el hueso de la pantorrilla) y la patela (el hueso de la rodilla). Las rodillas están conectadas entre sí por dos ligamentos, que ayudan a mantener la estabilidad de la articulación.
Las rodillas también están cubiertas de una capa de cartílago, que amortigua los impactos y ayuda a que los huesos se deslicen fácilmente sobre uno otro.
En algunas personas, el cartílago se desgasta con el tiempo, lo que puede ocasionar dolor, rigidez y, en algunos casos, inflamación. El desgaste del cartílago también puede hacer que las rodillas se tuercen fácilmente.
Las rodillas también se pueden tuercen por una lesión o una mala postura. Las personas que tienen sobrepeso u obesidad también tienen más probabilidades de sufrir lesiones en las rodillas.
Aunque las rodillas torcidas hacia adentro pueden ocurrir en cualquier persona, es más común en mujeres y personas mayores de 60 años. La causa más común de esta afección es la osteoartritis, pero también puede ser causada por una lesión en la rodilla o un trastorno del hueso. Las rodillas torcidas hacia adentro pueden causar dolor y limitar la movilidad de las personas afectadas. Aunque no hay un tratamiento curativo para esta afección, hay medidas que se pueden tomar para aliviar el dolor y mejorar la movilidad.